viernes, 6 de febrero de 2009

6 de febrero de 2009

Esta tarde me encontré con un amigo que estaba sentado en una terraza tomando algo, yo iba en el coche y paré justo a su lado. Desde la mesa me gritaba algo que para mí, con el ruido del tráfico y la vocecita de mi hija, era totalmente ininteligible, agudicé mi oído en en un momento dado pude entender la palabra Sahara, cuando la decía señalaba a dos personas que estaban sentadas con él. Entendí que esas personas habían visitado el Sahara recientemente, me miraron con cara de alegría y me saludaron con gran emoción. Tenían la cara que se le queda a uno cuando vuelve de los campamentos, una mezcla de excitación, alegría y nostalgia.

Ya queda menos para el Fisahara, y yo haré lo posible por ir de nuevo, no por el hecho de hacer más fotos, que por supuesto las haré, sino por estar entre ellos, sentir esa energía tan especial que desprenden los Saharauis. Es algo realmente emocionante, imperecedero. Les invito a todos a vivir la experiencia, vale la pena.

Yo sigo delante de la pantalla de mi ordenador descifrando el mensaje que me han dado, miles de imágenes, caras, cielos, jaimas, vida, color, todo está presente, está ahí contándome historias. Ha sido, o mejor dicho está siendo, un camino enriquecedor, amable. Cada rostro que amplío en la pantalla revela una mirada extraordinaria, como ya he dicho en otras ocasiones, unas veces llena de inocencia, otras de esperanza y otras de nostalgia, pero son miradas limpias, y sobre todo desesperadas.

En próximas entradas intentaré colgar algunos vídeos sobre el desarrollo de estas fases del trabajo, lo he intentado varias veces pero no lo logro así que seguiré investigando.

La vida nos pone mil regalos delante, debemos estar atentos a nuestro entorno, que es muy privilegiado, y ver más allá de lo que quieren que veamos, debemos estar atentos a las voces que se escuchan muy bajito, porque la mayoría de las veces son las más interesantes, en definitiva, nuestros sentidos están para que nosotros los usemos, no para que los usen por nosotros. El otro día, en unos de mis estados de letargo mental pensé: " Si fuésemos quienes éramos no seríamos quienes que somos". Me vino a la mente por motivo de ver a una "vieja" compañera del colegio, habían pasado más de 15 años sin verla, casi no la reconocía, pero era ella, con las experiencias que le han llevado a ser quién es hoy en día.