domingo, 4 de octubre de 2009

30 de septiembre de 2009

El trabajo bien hecho y la burocracia.

Me ha costado mucho escribir en los últimos meses. No sabía como enfocar la situación que tenía a mi alrededor una vez presentadas las piezas en el TEA.

Resulta que uno se deja la vida y hace un gran esfuerzo para cumplir con los compromisos. Luego llega la hora de la verdad en la que te das cuenta o mejor dicho te preguntas: "¿Para qué tanto esfuerzo?".

Yo me siento orgulloso y satisfecho con el trabajo que he realizado pero las instituciones ( esas entes que están ahí representándonos, velando por nuestro futuro, dejándose la piel por nosotros...) no siempre responden a las expectativas e incluso a los compromisos.

En un principio había intenciones de incluir la obra dentro de Fotonoviembre y así aprovechar este evento fotográfico para exponer la obra fruto del trabajo de un Premio que otorga el Cabildo de Tenerife. De alguna manera parece que no hay un entendimiento o posturas claras por parte de varias instituciones que pueden acoger la exposición e intentan de alguna manera que sea el premiado el que gestione por su cuenta y con ambas instituciones en un tiempo récord la presentación del proyecto.

A mí que me perdonen los entendidos o los implicados pero creo que esa no es mi labor, producir la obra ya es un trabajo muy costoso para encima estar metido en despachos. Con esto me refiero sólo a este caso en concreto, ya que en el resto de mis proyectos si que estoy dejándome la piel para sacarlo adelante, quitando quizás un tiempo valioso y necesario a la creatividad y a la construcción de la idea. Pero es que ahora tenía una oportunidad de oro.

Me han concedido un premio, lo que creo que no está nada mal. Eso significa que por primera vez en mi vida tengo la oportunidad de desarrollar un proyecto sin preocuparme de nada, me explico, tengo el dinero para producir la obra, el libro y todo lo que se me antoje alrededor del proyecto, entonces ¿porqué tengo que preocuparme a última hora, cuando debería estar vaciando el resto de las piezas, de organizar que haya una sala de exposiciones y un vigilante para cuidarla?, no me parece lógico. Por lo que sintiéndolo mucho, sobre todo por el esfuerzo que ha significado para mí y mi familia la paliza que me he metido en los últimos meses tendré que posponer la exposición para el año que viene, espero que para principios de año, sobre marzo o abril, me da igual, en unos meses tendré listo todo el material y ya solo será organizar la muestra.

Yo me lo he tomado con humor. Con paciencia, como El Pueblo que todos conocemos ahora un poco más. Vuelven las coincidencias, las similitudes ¿ no será que ya formo parte del pueblo Saharaui y estoy condenado a su mismo destino?