martes, 2 de junio de 2009

2 de junio de 2009


Con las imágenes seleccionadas y con los moldes terminados esta semana ya he comenzado con los vaciados. Van saliendo, a su ritmo. Es como hacer... no sé, como escribir en un grano de arroz, jajajaja. No, no, es como.... ¿han hecho alguna vez una operación de cirugía?, yo tampoco. Pero me imagino algo similar, no te puede faltar nada, tienes que tenerlo todo bien calculado, al milímetro: guantes, mascarilla, ( si ya decía yo que se parecía a una operación ), báscula, separadores ( cada vez se asemeja más), las piezas preparadas y el líquido elemento, en este caso la resina.

Lo peor que llevo es el tiempo de espera, entre capa y capa de resina hay que esperar entre media hora y tres cuartos, tic, tac, tic, tac.... y yo allí, sentado, de pie, haciendo el pino, mirando la calle, mirando las montañas, ¿ qué pensarán todas las personas ajenas que me ven?, un loco más, todo el día de una lado a otro, aparentemente sin hacer nada, esperando. ¡Esperando!, esto me suena, me recuerda algo, esperar ¿quién espera desespera?. Yo sé de un pueblo que lleva esperando mucho tiempo, olvidado, como el mío, el de mi proyecto, el que ronda en mi mente, el que me cuenta mil cosas sin decir nada, esperando.

Y yo seguiré ahí más días, más horas, más minutos y más segundos que nadie.


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