Un nuevo hogar tienen mis diez primeras piezas, un buen hogar, el TEA. Duermen allí desde hace unas semanas, bien cuidadas, como reinas.
Estoy bastante contento con el resultado de estas piezas, algunos amigos que las han visto así me lo han hecho saber, claro que son amigos, pero de los de verdad, sinceros.
Creo que todo este proyecto esta muy lleno de simbología, en cada momento encuentro coincidencias, anhelos, sueños.
Al ir elaborando las piezas siempre las enlazo con su contenido. Encapsuladas como la situación del Sahara, una realidad. Duermen ahora en un nuevo hogar como desean hacer los Saharauis, un sueño.
Este camino me está llenando de experiencias.
Cuando uno se mueve por otros lugares o simplemente desde su situación analiza lo que hay a su alrededor se queda realmente acongojado, o por lo menos eso me pasa a mí. Ves lo injusto que es todo y lo afortunados que somos unos pocos. Las pateras que han llegado a Canarias en los últimos años con personas como nosotros en busca de simplemente algo mejor o en muchos casos sólo de algo. Pueblos exiliados en medio de desiertos inhóspitos. Pueblos separados de sus hermanos por muros y por armas. Hambre, muerte. Todo esto hace perder esperanza y confianza en que podamos ser mejores.
Lo aceptable es hacer lo que crees justo.
Todavía me queda un trecho que recorrer, el de el resto de las piezas que componen El Pueblo Olvidado, lo haré con un placer inmenso, indescriptible. Quiero ir viendo como de nuevo se irán formando las nuevas piezas, como de nuevo habrán coincidencias, similitudes con la vida con las situaciones que me rodean.
Aún no sé cómo ni cuándo terminará este proyecto yo me dejo llevar, sigo caminando, hacia unas metas que tengo claras pero los obstáculos son múltiples, impredecibles , hasta ahora, los he ido salvando todos, cuando uno cree en lo que hace seguro que el sendero le llevará a su objetivo.
Un saludo muy grande a Budapest y París. Gracias por enseñarnos tantas cosas.
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2 comentarios:
Ya nos comentarás cuando se pueden ir a ver al TEA, estamos ya con ganitas de verlo!
En la foto del artista sobre el baúl de las piezas con el taladro en la mano: se me ocurre el símil de un guardián custodiando el valioso tesoro del trabajo que acaba de preparar para su transporte, con el "arma" del taladro como única llave para abrir el arca en un futuro y dar a conocer el preciado tesoro a miles de pupilas anónimas asomadas a la ventana de un mundo diferente, pero real.
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