La recta final de la primera fase.
Me acerco al final. Ya por fin termino las diez primeras piezas.
En los últimos días he hablado con gente que han podido ver parte de los primeros trabajos del Sahara y los que ahora me dispongo a terminar. Creo que a lo largo de este blog he explicado en varias ocasiones lo que me encontré en el Sahara y porque al final he decidido acabar el trabajo de esta forma.
Decía, cuando era joven, que a lo largo de los tres viajes que he realizado a los campamentos me he encontrado mil historias que contar, cada vez nuevas, diferentes. Mi primer viaje me llevó a realizar las primeras cinco piezas, las cuales se pudieron ver en Merkarte 2008, tres de ellas desde entonces duermen en otros hogares, lejos de casa, pero en buenas manos y con muy buenas vibraciones por parte del autor. Esa visión reflejaba lo primero que encontré en el Sahara, comenzaba a conocer a los Saharauis y su situación, necesitaba denunciar, reflejar lo que encontré, lo que había pero se ocultaba tras sonrisas, abrazos y arena. Mis otras dos visitas me dieron nuevas visiones, tomé la situación de otra manera, desde dentro, en la piel. Ahí decidí como enfocar el trabajo, ¿qué es lo que encontré en el desierto?, una sociedad con mayúsculas, autosuficiente como sociedad pero deficiente en justicia exterior, carente de su lugar en el mundo, gente que busca una misma meta, la libertad.
Con El Pueblo Olvidado quiero que todo el mundo sepa que existen, que a pesar de todo están ahí, no podemos ignorarlos.
Aún más, no reclaman nada que no les corresponda. Solo quieren volver a ver el mar.
Y volviendo a las piezas, ya están casi listas, preparo el embalaje y en una semanita dormirán en su nueva casa, el TEA.
viernes, 10 de julio de 2009
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